Dueña de un espíritu alegre y libre, en mí habitan el buen gusto y la pasión.
Nada de lo que esté vinculado a lo estético me es ajeno y adhiero al saludable hábito de rodearnos de Arte.
Sencilla, afable, disfruto del juego del eclecticismo con total desprejuicio y deseo compartir con ustedes la emoción que me provoca la creación de un artista.
Acá estoy…
SON BIENVENIDOS!!!
Los espero.
El arte de ser marchant consiste en concretar el encuentro de dos almas que comparten un mismo sentir gracias a la exhibición de la obra del artista.
Producido el encuentro, el alma del artista dialoga con el alma del coleccionista. Es entonces cuando este último descubre que el artista lo ha comprendido y toma la decisión de hacer suya su obra.
Se ha gestado así una hermandad indisoluble entre ambas almas aún cuando en el plano físico jamás se encuentren artista y coleccionista.
El marchant ha cumplido con su misión.